Autor: Joe Hill
Traducción: Laura Vidal
ISBN: 978-84-8365-573-3
Editorial: Suma de Letras
Género: Novela de terror
Páginas: 700
Precio: 22,00 €
Victoria McQueen tiene un don especial para encontrar cosas: una pulsera extraviada, una fotografía perdida, las respuestas a preguntas incontestables. Con su bicicleta puede atravesar un mágico puente que, en cuestión de momentos, la lleva adonde necesita ir, ya sea al otro lado de Massachusetts o al otro lado del país.
Charles Talent Manx también tiene su propio don: sabe manejar a los niños. Los lleva a dar un paseo en su Rolls-Royce de 1938 con la matrícula NOS4A2 (Nosferatu). Con su viejo coche puede salir sin problemas del mundo cotidiano hacia las carreteras ocultas que los transportarán al asombroso —y terrorífico— paraíso de la diversión que él llama «Christmasland».
Y entonces llega el día en que Vic sale en busca de problemas… y encuentra a Manx.
Reseña
Esta novela está dividida en un prólogo y ocho partes. Cada parte se divide en capítulos encabezados por una/s palabra/s. Estos encabezados identificarán un lugar desde el que parte la acción del capítulo o donde se desarrollará gran parte de este.
En el prólogo se nos presenta a Charlie Manx, un pederasta octogenario con una cantidad de secuestros de niños bastante abultada. Se encuentra en el hospital de una cárcel de alta seguridad porque lleva varios años en coma irreversible, milagrosamente despierta del coma y se fuga del hospital de la prisión. Charlie Manx vive para llevar a los niños secuestrados a Christmasland, un lugar en el que todos los días es Navidad.
En el primer capítulo corre el año 1969 y nos encontramos en el hogar de Victoria McQueen, Vicki. Recibe de regalo una bicicleta muy chula y con ella descubre el Atajo. Siempre que utilice la bicicleta este camino la lleva a donde desea en minutos, no importa la distancia que la separe de su deseo.
Con el tiempo conoce a Lou Carmody, un joven que le salva la vida y que se enamora de ella. Vicki decide tener un hijo con Lou, nace Bruce Wayne y le da sentido a su vida, una vida que hasta ese momento había tenido muchas complicaciones.
Charlie Manx secuestra a Bruce Wayne para llevarle a Christmasland. Aquí comienza la carrera de Vicki para echarle mano a Charlie Manx y salvar a Wayne de sus garras.
La narración nos llega a través de un narrador omnisciente en todos los sentidos, no se limita a descubrirnos la historia sino que también interviene descubrirnos las mentiras y los engaños de los pensamientos de los personajes o nos adelanta partes del futuro que estos personajes todavía ignoran. Esta forma de narrar, sin descubrirnos ninguna parte fundamental, nos da una visión de conjunto más rica y completa.
Nos encontramos ante una novela que tiene magia, encantamientos, fantasía y nos promete una Navidad eterna, dicho así parece que estamos ante una narración edulcorada, tierna y sensiblera, pero conociendo al autor, nada más lejos de la realidad, es dura y opresiva y angustiosa. El terror que transmite el relato no viene de monstruos, de zombis o de asesinos que hacen picadillo a sus víctimas; creo que este tipo de terror es más inquietante porque viene de las buenas intenciones, de querer ofrecer felicidad y esto acaba siendo más aterrador por la sutileza en el despliegue de la maldad, no resulta tan patente pero se acaba instalando en nuestro estado de ánimo.
Crea una conjunción de realidad, fantasía y magia perfecta que se desarrolla en la Norteamérica profunda con esos personajes tan característicos, que hemos conocido en otras ocasiones tanto en la literatura como en el cine, por los que pasa la vida sin que ellos sean muy conscientes, simplemente la viven como les va llegando. Esta conjunción nos genera una explosión de imaginación en la que nos paseamos de la realidad a la ensoñación de una forma natural sin ningún tipo de esfuerzo.
Los personajes están muy bien trazados, no solo conocemos su apariencia física sino también su interior. He conseguido conectar con todos, incluido Charlie Manx, sentir la lucha que llevan durante toda esta historia y comprender por lo que están pasando, algo que me ha parecido fundamental para poder disfrutar de esta lectura.
Todo esto nos lo muestra con un lenguaje sencillo, muy sencillo que no simple, coloquial y descarado que le imprime agilidad y dinamismo al relato. Con esta forma de narrar consigue que el relato resulte muy visual, con pocas descripciones consigue buenas fotografías de los personajes, pueblos y carreteras por las que transitan.
Después de lo que he disfrutado de esta lectura ya tengo claro que tengo que acercarme al resto de sus libros, ahora que todavía son pocos, porque me gusta mucho lo que escribe Joe Hill.
