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viernes, 19 de julio de 2013

Reseña El halcón errante, Jamil Ahmad

Título: El halcón errante
Autor: Jamil Ahmad
ISBN: 978-84-206-0888-4
Editorial: Alianza Editorial
Género: Narrativa
Páginas: 199
Precio:  18,00 €

La hija de un jefe tribal, sometida a un matrimonio no deseado, huye con un siervo del que está enamorada. La pareja, escondida en un recóndito fortín, vive su amor del que nacerá un hijo, Tor Baz, el halcón negro. Pero un día dan con ellos una partida armada de su tribu. Castigado sin piedad su "pecado", Tor Baz es abandonado en aquellos páramos inhóspitos. Sobrevive gracias a una tribu rival que lo encuentra. Crecerá entre ellos hasta que un día, como un halcón errante, emprende su vuelo. "El halcón errante" es una novela de exquisitas descripciones, trufada de pequeñas historias de las gentes que viven en los límites de Afganistán y Pakistán. Jamil Ahmad nos sumerge en un mundo de férreas tradiciones en el que la principal virtud es sobrevivir.

Reseña

Comienzo con un pensamiento que me ha parecido muy de proverbio árabe y muy acertado: "Nunca he visto a un hombre que le pesara de verdad la conciencia. La conciencia es como un pariente pobre alojado en la casa de un hombre rico: tiene que poner buena cara a todas horas".

Gul Bibi, hija de un jefe de la tribu Killa Kurd, y su amante, un sirviente de esta tribu, escapan, después de que ella se quedara embarazada, para evitar el castigo que les correspondía por no ser fiel a su marido y ultrajar el honor de su familia. El castigo que sufrirán, si son capturados por la familia de ella, es la lapidación. Consiguen vivir algunos años en un fuerte militar ubicado en Afganistán y muy próximo a la frontera con Pakistán, pero son descubiertos por el padre de ella que los castigará conforme a lo que marca la ley. El hijo que nació de esta relación salva la vida gracias a su abuelo materno.

Tor Baz, que así se llama el hijo de Gul Bibi y su amante, es recogido por los hombres de una tribu nómada y con esta tribu aprenderá a desenvolverse por las llanuras desérticas y montañas que conforman Afganistán y la frontera con Pakistán. Por sus aldeas, por sus tribus y caravanas.

La novela tiene nueve capítulos, pero no son capítulos al uso. Cada capítulo es un relato que nos cuenta un hecho trascendente ocurrido en la vida de Tor Baz, desde los meses anteriores a su nacimiento. Nos narra situaciones que llegan a ser muy duras, incluso crueles, pero con una prosa que me ha parecido muy poética, consigue reflejar la realidad sin que nos parezca desagradable o escatológica, sin intentar escandalizar; sólo mostrárnosla.

El objetivo de la novela es descubrirnos los paisajes de Afganistán que, aunque parezca mentira los tiene, desérticos, pedregosos, abrasadores o heladores (dependiendo de la estación del año), aunque consigue que nos parezcan bellos; también pretende darnos a conocer las tribus nómadas y sus costumbres, qué tipo de vida lleva la gente que vive de una forma sedentaria en pequeñas aldeas, por no decir "grupo de cuatro chabolas". Con una prosa sencilla y clara el autor consigue hacernos un retrato de la sociedad afgana, de sus paisajes y de la vida, durísima, a la que se enfrentan. En este retrato no nos detalla minuciosamente esta sociedad y sus costumbres, apenas unas descripciones en el conjunto de los relatos pero de una forma tan magistral que llegamos a conocer la sociedad y la cultura afgana. No habla, en ningún momento, de la guerra que se libra en esta zona, no nos habla de los talibanes, no nos cuenta nada de asuntos políticos, es un recorrido por la sociedad y sus costumbres.

Es una novela que he leído de una vez, absorbiéndome con una prosa excelente y muy hermosa. Creo que si hubiera tenido otros cien relatos más de la vida de Tor Baz, me hubiera gustado igual. Con las páginas que tiene está bien y tiene un final lógico y perfectamente cerrado; si hubiera tenido ochocientas páginas más, en el mismo estilo, seguiría siendo una magnífica lectura y una gran novela.



 


Enzo desde Liberty Café