Reseña Las dos muertes de Salvador Buendía, Mariano Mecerreyes

Título: Las dos muertes de Salvador Buendía
Autor: Mariano Mecerreyes
ISBN: 978-84-9877-544-0
Editorial: Algaida
Género: Novela histórica
Páginas: 577
Precio:  18 €

Una galería de personajes inolvidables confluye en el taller de trajes de luces que doña Victoria regenta en Madrid: el despiadado marqués Julio Vázquez, el rudo teniente legionario Tiburcio Bartual, el pródigo Adolfo Villafaina, la sufrida y desenamorada Isabel Lucena, o los niños Ángel y Salva, para quienes la felicidad reside en la posesión de una bicicleta. Las cuentas pendientes del pasado acabarán entreverando sus vidas en un imprevisible destino que sólo pueden iluminar las vagas predicciones de Antoñito, el mancebo espiritista de Jerez de los Caballeros. A través de la convulsa España de la primera mitad del siglo XX —desde el asesinato de Eduardo Dato hasta la postguerra—, esta novela es la historia de la muerte de Salvador Buendía, pero también de la redención de Isabel Lucena: el relato de una época terrible e inmisericorde, pero también de unos seres que han decidido no renunciar a la esperanza.

Reseña

La novela que reseño hoy está formada por un capítulo-prólogo y cuatro libros. Cada libro tiene una cantidad de capítulos variable. Estos capítulos no vienen numerados como es habitual, sino que cada uno tiene un título que hace referencia a lo que nos vamos a encontrar en ese capítulo. Cada uno de estos libros bien podían haber sido una novela corta por separado.

El capítulo prólogo sirve para darnos la mala noticia de que Salvador Buendía, un niño de diez años, tiene los días contados hasta el 21 de septiembre de 1942.

El primer libro nos sitúa el relato en Madrid, en una vivienda de la calle Goya. En este edificio viven los padres de Salvador Buendía, Nicanor y Tomasita que son los porteros de la finca. Doña Victoria y su hijo Adolfo dirigen un negocio de confección de trajes de torero ampliado con confección de prendas religiosas. Isabel Montes, viuda de Tiburcio Bartual que fue capitán de la Legión. José y Ángel, padre e hijo que viven arrendados en el piso de Isabel Montes; José trabaja en el Gran Café de Madrid, propiedad de Julio Vázquez el Marqués, un personaje oscuro y tramposo que hizo, años después, su fortuna vendiendo alimentos en mal estado al Ejército franquista, previo pago de una comisión. En este libro nos relata el autor las vivencias de estos personajes desde las fechas previas al comienzo de la Guerra Civil hasta fechas posteriores a la finalización de la contienda.

El segundo libro nos relata el origen y las circunstancias que llevan a Madrid a Isabel Montes, así como a doña Victoria y su hijo Adolfo. Los tres provienen de Jerez de los Caballeros, provincia de Badajoz y por casualidades del destino, que quedan bien explicadas y de una forma creíble, se encuentran viviendo en el mismo edificio de la calle Goya. Este libro se desarrolla principalmente en el reinado de Alfonso XIII y la dictadura de Primo de Rivera.

El tercer libro nos lleva a conocer la biografía de Tiburcio Bartual, su intervención en la guerra contra Marruecos en 1921, cómo conoce a Encarnación Lucena, nombre real de Isabel Montes. Encarnación tomo el nombre de su madre porque tuvo necesidad de cambiarlo para hacer desaparecer su rastro por circunstancias que se conocen en el transcurso de este tercer libro.

En el cuarto libro conoceremos el desenlace de toda la historia y el porqué de las dos muertes de Salvador Buendía, a mí no me ha quedado claro y he hecho mis propias conjeturas; esto no afecta en nada a la calidad de la novela. Este cuarto libro se desarrolla en pleno franquismo. El relato desarrollará la vida cotidiana de los personajes mencionados en el primer libro hasta el final de la novela, algún tiempo después de la muerte de Salvador Buendía.

No es una novela histórica en el sentido estricto del género pero el autor ha sabido hacer un retrato costumbrista de la época en la que se desarrollan las diferentes situaciones. El argumento me ha mantenido absorto en la novela durante el tiempo que ha durado la lectura. Es un argumento sencillo, nos habla de la vida cotidiana de unas familias en las que se podría ver reflejado cualquiera, si adecuamos las fechas en las que transcurre la historia. Personas que se encuentran en su camino gente indeseable y gente buena; que tienen sueños que cumplir, que se enamoran, que se equivocan, que gozan y que sufren, en resumen que viven. Pero el autor ha sabido darle el punto justo de dramatismo y de emotividad para que la historia resulte creíble, consiguiendo remover las emociones.

Los personajes resultan muy característicos del tiempo en el que se desarrolla la acción, con la personalidad de cada uno muy marcada en su papel. Si tengo que elegir los personajes que más me han gustado, serían Encarnación Lucena, alias Isabel Montes y doña Victoria por ser dos mujeres que viven una época dura y saben sobreponerse a las dificultades sacando su vida adelante defendiendo lo suyo, aun a costa de su propia vida. En el lado opuesto tenemos a Tiburcio Bartual por su carácter atrabiliario y sin escrúpulos y Julio Vázquez alias el Marqués, que la gente del común no nos los encontramos a nuestro alrededor aunque si los vemos en las noticias de televisión, camino de los juzgados (después suelen salir libres por sus fechorías de corrupción).

Escrito con una prosa muy cuidada y un ritmo lo suficientemente pausado como para disfrutar de cada página, esto ha hecho que me fuera calando en la imaginación y en la memoria dejandome un poso muy agradable. Una lectura que recordaré con el paso del tiempo.

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 Enzo desde Liberty Café