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viernes, 28 de febrero de 2014

Entrevista a Marcos Chicot, autor de El asesinato de Pitágoras

He visto muchas opiniones sobre la novela El asesinato de Pitágoras de Marcos Chicot y todas ellas muy buenas. Por este motivo me interesaba saber algo más del autor.

Vi y leí diferentes entrevistas y en todas me sorprendió lo claro que tenía que con esta novela iba a tener el éxito que tanto tiempo llevaba intentando conseguir. Esto despertó mi curiosidad porque quería saber cómo se tiene esa seguridad en un mundo tan competitivo y difícil. Este es el resultado.


Enzo.- No he leído la novela y sólo tengo referencias de lo que he leído en blogs y noticias, perdona si cometo algún error de apreciación. Por este motivo no te pregunto por lo que cuenta la novela. Me interesa saber cómo se gestó el libro y algunos asuntos más personales.

He visto la historia que hay detrás de la novela, lo que cuentas en tu página web, y he visto un esfuerzo y una determinación de los que muy pocas personas son capaces. Cuentas que decidiste escribir la novela por tu hija Lucía, para asegurarle el futuro. ¿Qué te llevó a pensar que era mejor futuro para Lucía ser escritor y no el trabajo que tenías hasta ese momento? ¿Por qué creías que le asegurabas mejor el futuro siendo escritor que con tu profesión, cuando en ese momento el objetivo de ser escritor era incierto?


Marcos Chicot.- Cuando nació mi hija Lucía yo llevaba ya 15 años escribiendo novelas como "hobby profesional", es decir, dedicándole parte del tiempo libre que me dejaba mi trabajo. A pesar de esa dedicación parcial, había obtenido algunos reconocimientos de cierta relevancia como el Premio de Novela Francisco Umbral. Eso me daba cierta confianza en que, si aumentaba el tiempo y esfuerzo dedicado a una novela, podría escribir un libro con un potencial mayor de gustar a los lectores. Además, llevaba ya algunos años dando vueltas a una idea de novela mucho más ambiciosa que lo que había escrito hasta entonces, pero que requeriría de una cantidad de horas de las que no disponía mientras trabajara en otra cosa. El nacimiento de mi hija con síndrome de Down y la preocupación por su futuro hicieron que tomara una decisión que quizás no hubiera tomado nunca en otras circunstancias. Decidí dedicar todo el esfuerzo necesario para llevar a buen puerto esa novela que presentía en mis manos y mi cabeza. Pensé que bastaría con dos años de dedicación completa, pero finalmente necesité un tercer año para estar plenamente satisfecho con el resultado.

En cuanto a lo de asegurar el futuro siendo escritor, obviamente no tenía ninguna certeza, sólo una fuerte intuición de que con suficiente esfuerzo podía conseguirlo. Si no hubiera funcionado, tenía planificado retomar mis anteriores profesiones y desde ahí hacer lo posible por asegurar el futuro a Lucía. Afortunadamente, El asesinato de Pitágoras ha sido el ebook en español más vendido del mundo en el año 2013, y en papel se está publicando en una decena de países con una gran aceptación. La segunda parte se lanzará en unos meses y ya está planificada la publicación de una tercera novela. Como digo a veces, si mañana me cae una maceta encima algo le habré dejado a mi hija, algo que seguirá proporcionándole un ingreso aunque yo no esté. Esa es una de las grandes preocupaciones que espero poder quitarme dentro de poco, porque nunca podemos estar seguros de cuánto tiempo vamos a estar aquí para poder ocuparnos de nuestros hijos.

E.- Hay escritores que cuentan que para ellos escribir es como cualquier otro trabajo, se levantan temprano y se ponen a escribir ocho o diez horas seguidas, como cualquier jornada laboral. Otros cuentan que escriben en el momento en el que su cabeza se ha gestado lo que desean plasmar en el papel, independientemente del momento del día o de la noche y del tiempo que les lleve hacerlo. ¿Tú con qué tipo de escritor te identificas más?

M.C.- En los últimos años yo he pertenecido a una tercera categoría, la de los que dedican todo el tiempo posible a escribir. Ni un minuto a ver la televisión o echarme una siesta, sólo escribir de lunes a sábado, aparte de ocuparme de mi familia, claro. Además, sobre todo los primeros años he tenido que llevar a mi hija a estimulación, logopedia, fisioterapia… Iba de un lado a otro con el portátil, y escribía -corregía, me documentaba…- en las salas de espera o dentro del coche mientras esperaba a que acabara la sesión, y para no perder tiempo comiendo aprovechaba mientras conducía para comerme un sándwich. En el tercer año, viendo que se alargaba el plazo que me había marcado para terminar El asesinato de Pitágoras, a menudo incluía los domingos.

Afortunadamente, hace un año, coincidiendo con el nacimiento de mi segundo hijo, la novela se publicó con una fantástica aceptación, y ambos factores han hecho que disminuya el ritmo. Ahora acabo mi jornada a las ocho de la tarde y del fin de semana sólo escribo los sábados por la mañana.

E.- ¿Qué te llevó a elegir a Pitágoras y su época como protagonistas de tu novela? No es habitual, por no decir infrecuente, elegir la Grecia Antigua como escenario de una novela negra.

M.C.- Yo quería escribir dos cosas en una: una novela muy entretenida y una novela muy interesante. La Grecia Antigua me parecía muy interesante, por eso ésta es la tercera novela que ubico en ese contexto. Del mismo modo, Pitágoras me resultaba fascinante, porque no es sólo un antiguo matemático, como la mayoría de la gente piensa, sino el único filósofo de la historia que no sólo propuso lo que consideraba el modo de gobierno ideal, sino que su poderoso carisma hizo que terminara controlando el gobierno de una decena de ciudades de la época. Es decir, acumuló un enorme poder político y militar. Además fue un intelectual equiparable a Leonardo da Vinci, pues produjo revolucionarios avances en diversos campos del conocimiento, hasta el punto de que él creó el término filósofo, matemático, cosmos… Y a su vez era un líder espiritual con miles de discípulos por toda la Magna Grecia, al que se atribuían una serie de milagros y al que muchos de sus contemporáneos consideraban un semidiós.

Creo que ha quedado claro por qué me parecían interesantes los temas, pero además resultaban idóneos para escribir una novela muy entretenida, un thriller que enganchara, porque es una época llena de traiciones, crímenes, conspiraciones, guerras…

E.- He leído en tu web que el proceso de documentación te llevó varios años. ¿Toda esa documentación contribuye o condiciona en el momento de dar forma a la trama, a la intriga, o sólo sirve para vestir una historia que hubiera sido igual en cualquier otra época histórica y con otros personajes?

M.C.- Esta novela tiene como elemento central Pitágoras y su mundo, entrelazado con una serie de hilos de trama que dinamizan y profundizan el interés de la lectura. Si estuviera centrada en otros personajes o contexto, sería otra historia, y no sería la historia que yo quería contar, que llevaba décadas queriendo contar, como explico en la "Carta a mis lectores" que incluyo al final de la novela.

Por otra parte, tengo que decir que el propio proceso de documentación me proporcionó, además de elementos con los que dotar de realismo a la novela, una serie de elementos perfectos para un libro de los que no encuentras el momento para suspender la lectura.

E.- Has terminado la segunda parte. Cuando comiences la próxima novela ¿te has planteado cambiar de género o es en los géneros de novela negra y novela histórica en los que te vas a desarrollar como escritor?

M.C.- Debo de haber escrito novelas de 5 ó 6 géneros diferentes, y mi intención es seguir escribiendo lo que más me motive en cada momento. De otro modo, escribir se convertiría en algo artificial, no en la actividad creativa y gratificante que es ahora. De hecho, la segunda parte de El asesinato de Pitágoras -La Hermandad- ya incluye una variación en cuanto al género, y probablemente publique en un momento cercano Diario de Gordon, la comedia con la que gané el Premio de Novela Francisco Umbral y que llevo tiempo pensando en darle un repaso y ponerla en manos de mis lectores.

E.- Aunque sigas por el mismo camino que te has marcado con esta novela, ¿qué otro tipo de literatura te gustaría escribir?

M.C.- Como comentaba antes, quiero seguir escribiendo novelas que resulten muy entretenidas, que gusten mucho a los lectores, pero siempre incluirán como elemento central temas que para mí resultan muy interesantes, y que me gustaría compartir con los lectores. Pienso que de cualquier tema se puede escribir una novela entretenida. En unos casos resulta más difícil que en otros, pero sólo es una cuestión de tiempo y esfuerzo por parte del escritor. Mira el caso de El asesinato de Pitágoras, en el que un elemento de la trama es el pensamiento de Pitágoras incluyendo elementos matemáticos como el número Pi. A priori puede parecer algo aversivo en una novela, pero al integrarlo como claves para resolver crímenes se convierte en interesante, aparte de que nunca dedico una página entera a detenerme en ellos, claro. Me costó integrar estos elementos, pero ahora me escribe mucha gente de todas las edades diciendo que ellos son de letras, que odian las matemáticas, pero que les ha parecido muy interesante todo lo que han aprendido de Pitágoras y su mundo. De hecho, he subido a Youtube un vídeo en el que desarrollo algunos elementos que menciono en la novela, y pensaba que sólo tendría algunas decenas de visitas de aficionados a las matemáticas. ¡Pues ya tiene varios miles de visitas y cada día lo ve más gente! Es sorprendente, y muy gratificante.

E.- Ahora pasamos de tu faceta de escritor a la de lector. ¿Qué tipo de literatura es la que más te gusta? ¿Y la que más frecuentas?

M.C.- Me gusta literatura bastante diversa, depende del momento y de lo que busque en ella. Disfruto mucho de Dickens, Steinbeck, García Márquez, Saramago, Herman Hesse, Calderón, Becquer, Miguel Delibes, José Luis Sampedro, George RR Martin, Ian McEwan, Philip Roth, Paul Auster, Ken Follet, Stephen King…

E.- Como tendrás más de un autor preferido, ¿me podrías decir cinco autores que te parezcan absolutamente imprescindibles y de los que todos los lectores tendríamos que leer, por lo menos, un libro?

Y ya puestos, ¿me dirías cinco libros que ningún lector debería dejar de leer?

M.C.- Si no te importa, voy a responder conjuntamente a las dos últimas preguntas.

Lo que voy a dar son opiniones personales, cada lector es diferente y le atraen cosas diferentes. Gracias a Dios es así, porque si no todo el mundo leería a los mismos 4 ó 5 autores y seguramente yo no estaría entre ellos.

Si me preguntan, suelo recomendar a Dickens, y dentro de su obra Historia de dos ciudades, aunque le tengo un aprecio particular a una comedia menos conocida, que es Los papeles póstumos del Club Pickwick, y que la leí mientras escribía Diario de Gordon, donde posiblemente se note algo de su influencia.

García Márquez también es uno de los escritores que me han proporcionado más horas de lectura placentera. Por supuesto Cien años de soledad, pero también El amor en los tiempos del cólera. Otra novela que me fascinó, aunque no suelo recomendarla porque a pesar de ser un prodigio su uso del lenguaje -o precisamente por ello- es la más ardua de leer, es El otoño del patriarca.

De Steinbeck recomiendo obviamente Las uvas de la ira, pero también su novela breve La perla, una pequeña joya.

También creo que todo el mundo debería leer, por razones diferentes, tanto El diario de Ana Frank como El principito.

No quiero dejar de recomendar, por lo que me hizo disfrutar en la adolescencia, a Isaac Asimov. Casi diría que cualquier título de su enorme obra, aunque yo lo pasé especialmente bien con la serie de La fundación.

En cuanto a literatura más reciente, Ken Follet siempre me resulta entretenido e interesante, pero me gusta especialmente Los pilares de la tierra. También Stephen King, y de él destacaría Misery, una novela corta -extraño en él- y muy intensa. Asimismo me gustó mucho Millenium, de Stieg Larsson.

También destacaría Cometas en el cielo, de Hosseini, y la inmensidad de Juego de Tronos de George RR Martin.

Siento enrollarme, pero al hablar de libros cuantos más menciono más me vienen a la cabeza. Eso es maravilloso, significa que he disfrutado con muchos libros y me encanta pensar que hay muchísimos libros fantásticos que todavía no he leído. Voy a terminar mencionando un libro que llevo un año entero regalando en todos los cumpleaños: Totem Lobo, de Jiang Rong.

E.- ¿Se te ocurre alguna forma, que todavía no se lleve a cabo, para que los autores noveles puedan dar a conocer su obra y en la que podamos ayudar los blogs?

M.C.- Mmm… No, creo que ya ayudáis mucho, aunque si se me ocurre algo te lo diré ;-)

E.- Muchas gracias por tu tiempo.

M.C.- Muchas gracias a ti, y un saludo muy cordial a todos los lectores del blog.

 Enzo