Alianza Editorial nos informa de sus novedades como reediciones para octubre. Uno ya lo tengo y voy a empezar a leerlo el próximo lunes, Las Cruzadas vistas por los árabes de Amin Maalouf, que le tengo muchas ganas. Los otros dos que me interesan y me voy hacer con ellos, Cuando muere el dinero de Adam Fergusson y Réquiem por Linda B. de Ismail Kadaré.
La República de Weimar fue escenario, durante la década de 1920, de la mayor inflación que registra la historia europea contemporánea. A lo largo de cuatro años, los precios subieron de forma tan vertiginosa que hicieron necesaria la enfebrecida fabricación de papel-moneda y la multiplicación casi inverosímil de los medios de pago. En 1923, cuando el tipo de cambio con el dólar alcanzaba los 4.200.000.000.000 marcos, la República de Weimar prácticamente se vio reducida a una economía de intercambio: joyas por productos básicos como el pan, una entrada para el cine por algo de carbón, una botella de parafina por una falda de seda. Combinando el análisis con numerosos testimonios de la época, Adam Fergusson narra el fracaso de una generación europea –incapaz de comprender el alcance de sus actos y las consecuencias de la destrucción de las clases medias– y el irresistible ascenso al poder de los regímenes autoritarios. Un libro lleno de relevancia para nuestra época.
Identidades asesinas, Amin Maalouf
Denuncia apasionada de la locura que incita a los hombres a matarse entre sí en el nombre de una etnia, lengua o religión, “Identidades asesinas” es, a la vez, una tentativa de comprender por qué en la historia de la humanidad la afirmación del uno ha significado siempre la negación del otro. Desde su condición de hombre situado entre Oriente y Occidente que gravita sobre toda su obra, ya sea literaria –como en “León el Africano” o “Las escalas de Levante”–, o histórica –como en “Las Cruzadas vistas por los árabes”–, cuando se le pregunta a Amin Maalouf si se siente más libanés o más francés, responde que por igual: «Lo que me hace ser yo mismo y no otro –escribe– es que estoy a caballo entre dos países, entre dos o tres lenguas, entre varias tradiciones culturales. Ésa es mi identidad». Denuncia apasionada de la locura que incita a los hombres a matarse entre sí en el nombre de una etnia, lengua o religión, “Identidades asesinas” es, a la vez, una tentativa de comprender por qué en la historia de la humanidad la afirmación del uno ha significado siempre la negación del otro. Desde su condición de hombre situado entre Oriente y Occidente que gravita sobre toda su obra, ya sea literaria –como en “León el Africano” o “Las escalas de Levante”–, o histórica –como en “Las Cruzadas vistas por los árabes”–, cuando se le pregunta a Amin Maalouf si se siente más libanés o más francés, responde que por igual: «Lo que me hace ser yo mismo y no otro –escribe– es que estoy a caballo entre dos países, entre dos o tres lenguas, entre varias tradiciones culturales. Ésa es mi identidad».
Basándose en los testimonios de los historiadores y cronistas árabes de la época, Amin Maalouf relata la historia de las cruzadas tal y como las vieron y vivieron en “el otro campo”, es decir, en el lado musulmán, punto de vista olvidado hasta la publicación de esta obra. “Las cruzadas vistas por los árabes” abarca el periodo comprendido entre la llegada de los primeros cruzados a Tierra Santa en 1096 y la toma de Acre por el sultán Jalil en 1291, dos agitados siglos que dieron forma a Occidente y al mundo árabe y que aún hoy siguen condicionando sus relaciones.
Réquiem por Linda B., Ismail Kadaré
Eurídice y Orfeo en la Albania comunista: una novela de amores prohibidos, deseos frustrados y la fragilidad del ser humano en una sociedad opresiva Rudian Stefa es citado ante el Comité del Partido Comunista. Se pregunta si será por su última obra de teatro, o si es porque su novia le ha denunciado tras una discusión. ¿No será una confidente? Tras un interrogatorio lleno de malentendidos se aclara el motivo: un libro que dedicó a una tal Linda B., una joven cuya familia fue deportada por razones políticas. Si Linda B. tenía prohibido visitar la capital, ¿cómo logró que el dramaturgo se lo dedicara? Y, ¿qué relación tiene éste con familia tan sospechosa? El caso llega a oídos del dictador, el Guía supremo.
¿Qué os parecen? ¿Os llaman la atención?
Enzo desde Liberty Café
Interesantes propuestas. Creo que va siendo hora de que me estrene con Maalouf...
ResponderEliminarBesos,
El libro de Maalouf puede estar interesante porque es un punto de vista distinto y no muy tocado. El de Fergusson sobre ese tema acabo de leer algunas pinceladas en La caída de los gigantes cuando una barra de pan costaba millones de marcos.
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