Reseña La cruz de los Romanov, Robert Masello

Título: La cruz de los Romanov
Autor: Robert Masello
Traducción: Valentina Reyes
ISBN: 978-84-9877-981-3
Editorial: Algaida
Género: Thriller
Páginas: 643
Precio: 18,00 €

Hace casi cien años una joven llegó a las desoladas costas de Alaska con un terrible secreto y una cruz de esmeraldas. Un siglo después, el epidemiólogo militar Frank Slater afronta una investigación de consecuencias impredecibles: al derretirse los hielos perpetuos, han aparecido cadáveres de una antigua colonia rusa fundada por los seguidores de Rasputin y diezmada por la terrible gripe española de 1918. El equipo de Slater deberá decidir si quedan restos del virus letal y asegurarse de que no vuelva a la vida. Pero hay otros secretos que Slater ignora, y que unidos a la acción del hombre y a las fuerzas de la naturaleza pueden resultar letales. La única esperanza reside en aceptar que la ciencia tiene sus límites, y que la vieja sabiduría del pueblo inuit es tan efectiva como la tecnología de vanguardia. Mezcla de thriller científico y paranormal, La cruz de los Romanov recrea uno de los episodios más controvertidos de la historia y trata de un amor tan insólito como inevitable.

Reseña

En 1918 Anastasia llega a las costas de Alaska. Es rescatada de la ejecución por un grupo de zaristas amigos y llevada a través de Siberia. Este grupo se establece en la isla de Saint Peter (Alaska).

En 2011 el comandante médico (epidemiólogo) Frank Slater se encuentra en Afganistán para controlar una epidemia de malaria que se ha desatado en el campamente militar estadounidense. Su ayudante, el sargento Jerome Groves le pide ayuda para salvar a una niña a la que le ha mordido una serpiente. Para salvarle la vida moviliza los medios de evacuación urgentes, contraviniendo las órdenes de sus superiores. Por este motivo le someten a un consejo de guerra, le destituyen y le trasladan a su unidad en EE.UU.

Poco tiempo después de llegar a su unidad, Frank Slater es reclamado para investigar unos cadáveres aparecidos en el cementerio de la isla de Saint Peter, muertos por gripe española, la misma cepa que asoló Rusia en el año 1918. Para esta investigación cuenta con el sargento Groves, la viróloga Eva Lantos y el geólogo ruso Vassili Kozak. También Nikaluk Ticook, la alcaldesa de Port Orlov que es donde establecerán el campamento, será de gran ayuda en esta investigación y pasará a ser uno de los protagonistas principales, tanto por su personalidad como por lo que representará dentro del grupo.

Por las mismas fechas un barco cangrejero encalla en la isla y el único tripulante superviviente encuentran una cruz de plata y esmeraldas dentro de uno de los ataúdes que se van desenterrando después de que el hielo se derrita. La cruz tiene su historia y su misterio.

La narración se desarrolla en dos hilos temporales que se van alternando. El primero abarca desde el año 1916 hasta el año 1918, en el que seguimos la vida del zar Nicolás II y su familia hasta el momento de su encarcelamiento y posterior ejecución; no mueren todos para seguir alimentando el mito, Anastasia logra huir ayudada por un grupo de incondicionales dirigidos por Sergei, un joven enamorado de ella. El segundo se desarrolla en la actualidad y nos lleva por la investigación sobre la gripe española, el descubrimiento de la cruz y por los misterios que guarda la isla donde suceden hechos asombrosos que se salen de la naturaleza humana y de las cosas.

En esta novela se mezclan hechos históricos, científicos y sobrenaturales pero de una forma tan sutil y cuidada que apenas nos damos cuenta, resulta perfectamente verosímil. Lo sobrenatural, lo extraordinario se incorpora a las cualidades de la materia y de la vida sin que parezca nada raro o extraño, como algo que siempre ha sido así, como algo natural.

Los acontecimientos históricos que nos encontramos no son especialmente relevantes, no son muy detallados ni fatigosos. Van gestando lo que nos encontramos en la actualidad para darle sentido y proporcionarle mayor misterio y emoción. La investigación científica tampoco es cargante, sirve para encuadrar el descubrimiento que se hace en el cementerio de la isla de Saint Peter y entender lo que sucedió en el pasado.

Ocurre siempre que las ambientaciones en tierras de clima extremo aumentan la tensión narrativa y en este relato no iba a ser diferente, llegando en ocasiones a resultar claustrofóbico; esto aumenta la inquietud que de por sí provoca el resto de la historia, haciéndola más emocionante.

Los personajes están muy bien recreados sin llegar a detallarlos en demasía, de la forma justa para que podamos mezclarnos con ellos, en lo que están viviendo y en lo que están sintiendo. Una narración escrita con un vocabulario directo y frases cortas, al que hay que sumarle mucho diálogo, da como resultado una lectura ágil, rápida y muy interesante que se me ha pasado en un suspiro a pesar de la cantidad de páginas que tiene esta novela.

Sin duda una historia emocionante, adictiva a la que merece la pena darle una oportunidad y que me ha hecho disfrutar. 

 

 Enzo